Durante el Conflicto,
fueron afectados los Guardacostas GC-82 “ISLAS MALVINAS” y el GC-83
"RÍO IGUAZÚ" de 28 mts. de eslora, que el 6 de abril de 1982.
zarparon desde BUENOS AIRES con destino al archipiélago, siendo
despedidos por la plana mayor de la Institución.
Cumplieron la
hazaña de navegar 600 millas náuticas con adversas condiciones mareo
meteorológicas en el cruce, logrando arribar a las islas el 13 de
ese mes tras romper el día anterior el bloqueo militar aeronaval
impuesto e incluso evitar el asedio de un submarino nuclear
británico detectado durante la travesía.
Llevaron a cabo, entre
otras, las tareas de acompañamiento en navegación a buques de
bandera argentina, practicaje de buques nacionales a través de la
zona minada en el acceso a Puerto Argentino, apoyo y logística,
patrullajes de reconocimiento casi permanentes, diurnos y nocturnos,
en la bahía interior de Puerto Argentino y en la bahía exterior
(Puerto Groussac), tareas de búsqueda y rescate, especialmente de
los pilotos que se eyectaban de sus aviones y caían al mar, etc.
Cada uno de ellos navegó más de 1500 millas entre las islas, con
tripulación propia y a veces con buzos tácticos que realizaban
tareas de su especialidad con el apoyo de nuestras naves.
El guardacostas “Islas
Malvinas” fue el primero en entrar en combate. El 12 de mayo de
1982, siendo aproximadamente las 0800 horas, se hallaba fondeado en
la bahía de la Anunciación cuando un helicóptero Sea King lo
sobrevoló y efectuó sucesivos disparos de ametralladora, siendo
respondido con el fuego de las armas policiales.
En esta acción cabe
destacar la valerosa y decidida acción del Ayudante de 3ra.
Marcelino Blatter que al ver que no se podía levar el ancla atascada
en el fondo rocoso, se desplazó por la cubierta de proa desde donde
venía el ataque, portando como única arma una sierra de mano con la
que pudo cortar la gruesa cadena en un titánico esfuerzo,
recuperando la maniobrabilidad de la nave que al aumentar su
capacidad de defensa motivó la retirada de la aeronave enemiga,
reiniciando el guardacostas la navegación ya que era imperioso el
traslado del Cabo 2º Antonio Grigolatto que había resultado herido
de consideración. La nave sufrió numerosos impactos en la
superestructura.
Este guardacostas, a pesar de haber
sufrido el 30 de abril una avería en una hélice y línea de eje que
limitaba su capacidad propulsora al 50% -lo que no pudo subsanarse-,
cumplió igualmente con el 100% de las misiones encomendadas.
Finalizadas las operaciones, fue apresado por las fuerzas invasoras. |